Las expectativas no defraudaron y ayer, 19 de junio, miles de personas en toda España, convocadas por el movimiento 15-M y las plataformas que lo conforman, salieron a la calle para protestar contra el Pacto del Euro, la corrupción política y los recortes sociales. La convocatoria realizada tras unas semanas de enorme tensión, en que el movimiento fue duramente atacado por la mayoría de los medios de comunicación por haber intentado impedir el acceso de los diputados al Parlamento catalán el pasado miércoles, se realizó simultáneamente con otras convocatorias en diversas ciudades del continente.
Además de las multitudinarias concentraciones en Madrid (entre 37.000 y 42.000 según un cálculo hecho por la empresa 1) y Barcelona (75.000 según la Guardia Urbana, 50.000 según la Generalitat y 260.000 según los organizadores) hubo marchas en más de medio centenar de ciudades.
En Zaragoza se dieron cita 20.000 personas según los convocantes, mientras que en Granada lo hicieron 18.000 (según la Policía y los organizadores) y en Galicia alrededor de 15.000. Otras manifestaciones no superaron el millar de personas como las de Salamanca o Segovia (1.000 personas en cada ciudad), Ávila (300), Burgos y Ávila (500 respectivamente) o Soria (150).
La ausencia de cifras oficiales hace difícil determinar el número total de manifestantes en algunas marchas, como las de Valencia (los organizadores hablan de 80.000 a 100.000 personas), Sevilla (los manifestantes cifran en 40.000), Málaga (9.000 según la Policía y 25.000 según la organización) o Palma (15.000, según los indignados ).
Según los convocantes, el número total de personas que salieron a la calle superó los 500.000 (260.000 en Barcelona, 150.000 en Madrid, 80.000 en Valencia, 40.000 en Sevilla, 25.000 en Málaga, 15.000 en Palma…).
Las manifestaciones de ayer son sólo el pistoletazo de salida, ya que el movimiento de “indignados” ha acordado una marcha a Madrid desde las diferentes provincias que finalizará en una concentración el próximo 23 de julio. El objetivo de estas movilizaciones es impedir que 2 apruebe durante los próximos días el llamado Pacto del Euro, un paquete de medidas económicas que los 27 países comunitarios negocian durante estas horas a contrarreloj y al que las autoridades han calificado como “el refuerzo más completo de la Zona Euro desde su puesta en marcha”. El Pacto es un compendio de recetas neoliberales clásicas que propicia ajustes del gasto público, recortes en el estado de bienestar, limitaciones de los derechos laborales y la rebaja de las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios. Para venderlo mejor, el paquete viene adornado con unas simbólicas referencias a un deseable aumento de la regulación de los mercados financieros y una armonización de los parámetros fiscales a nivel europeo con la idea, más que difícil de concretar por ahora, de terminar construyendo un 3 europeo único.
Como es sabido, la 4 (CES) ha convocado para el 21 de junio (el día 22 en España) una jornada de movilización europea contra el Plan de “Gobernanza” y el Pacto por el euro.