La madre tierra no quiere hidroeléctricas
La realización de Xochitlalis por parte de las compañías constructoras de hidroeléctricas: una burla a los usos y costumbres de los pueblos nahuas de Veracruz
Por Nati Rigonni
Orizaba, 15 de Jun. En el marco de las Jornadas de cultura ambiental y derechos humanos que se realizan en la sierra de Zongolica, Veracruz, se abordó el día de ayer el tema de las afectaciones culturales, turísticas y recreativas que están ocurriendo en la zona. Entre los participantes se destacó el uso inadecuado que se le ha dado al ritual nahua denominado Xochitlalli.
Al respecto, cabe recordar que en el prefacio del actual Programa Nacional de Cultura, se encuentra la siguiente declaración: “Es importante subrayar la responsabilidad del Estado en la preservación del patrimonio arqueológico, histórico, artístico, inmaterial (tradiciones, festividades, gastronomía, rituales, lenguas, música, técnicas artesanales, conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo).”
Las comunidades nahuas realizan este ritual para pedir permiso a la tierra con la finalidad de que se den adecuadamente las cosechas; en tiempo de sequía se le pide agua. Algunos pobladores expresaron que desafortunadamente muchas personas están olvidando su sentido. “Nada más unos cuantos lo recuerdan… Nosotros todavía lo llevamos a cabo: con mucho respeto se le pide a la Madre Tierra que dé más producto, pero si ese Xochitlalli no se hace, a lo mejor no habrá cosecha.” Explicó uno de los habitantes de esta región, quien prefirió no decir su nombre.
En entrevista, la ciudadana María Quechulpa dijo que: “Para lograr la construcción de la represa y con la finalidad de venir a introducirse a la cultura nahua, se mandaron a hacer Xochitlallis, pero los pobladores de la sierra de Zongolica lo vemos mal; no es correcto porque esto representa una burla hacia la Madre Tierra.” Señaló.
Agregó: “¿Cómo es posible que le pidas permiso para destruirla? Casi en su totalidad vas a destruirle el rostro a la propia Madre Tierra, la vas a herir, la vas a lastimar, la vas a perforar, vas a acabar con su ropaje, vas a acabar con sus venas, que son los ríos; vas a desviar el flujo de su sangre, que es el agua, solo para servir a intereses económicos, para servir a proyectos que atentan contra la vida.”
María Quechulpa reiteró su descontento y agregó: “Consideramos que es una burla a la propia cultura, a los usos y costumbres de los nahuas de la sierra de Zongolica. No es correcto, se están aprovechando de una ceremonia ritual para engañar a la gente, haciéndoles creer que es algo bueno, como si se tratara de algo que nos va a favorecer a los pobladores del lugar.”
Respecto al proceder de algunos empresarios dijo: “Esas personas piensan ‘si los indígenas hacen esto, nosotros también vamos a hacerlo’, sin conocer lo que este ritual significa: Nuestra gente hace estos rituales para pedir licencia, para pedir perdón porque en ella se va a cultivar el maíz, el frijol, el café, la fruta, la verdura; pero es lo que la misma Madre Tierra produce para sus hijos y no se le daña tan fuertemente.”
“La Madre Tierra sabe que ella de por sí, por el amor que nos tiene, va a producir esos alimentos para el sustento de sus hijos. Y nosotros como hijos de la Tierra agradecemos y le pedimos perdón, buscamos a una persona que realice ese Xochitlallis. No cualquier persona puede hacerlo, son personas respetables, conocedoras, que saben cómo le deben hablar a la Madre Tierra; son los intermediarios entre nosotros –ya sea los agricultores o las señoras que vivimos acá- y la Madre Tierra y el Dador de Vida.”
María Quechulpa finalizó diciendo: “Ellos han buscado entre los pobladores a los que realizan estos Xochitlallis sin explicarles con que fin van a realizar esa labor; pero te repito: ellos, los que buscan no conocen la esencia, no comprenden la espiritualidad de esta costumbre. No vas a ir a dañar mortalmente a tu madre y justificarte diciendo que ya le pediste perdón.”
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