Orizaba Chahín Maluly quiere fulminar el comercio popular mexicano

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Vendedoras de frutas y verduras en las afueras del mercado "Melchor Ocampo" 

Orizaba, Veracruz, México

Miguel  Hassam

Corresponsal de Grandes Montañas

Orizaba, Ver.- 9 de Junio de 2011.- La persona que la hace de presidente municipal de la ciudad de Orizaba, Veracruz, México, de nombre Hugo Chahín Maluly, si otra cosa no sucede, ocupará el cargo hasta finales del año 2013. Quiere y desea que en las calles de la ciudad no se ejerza el comercio callejero, con el argumento de que  se estorba la vialidad y viola los reglamentos municipales.

Anunció a través de personeros que desalojará a las vendedoras de frutas y verduras de la banqueta que ahora ocupan afuera del mercado Melchor Ocampo sobre la avenida oriente 7 entre las calles de Madero y Norte 2.

Cabe señalar que el citado alcalde está denunciado ante las autoridades correspondientes por desalojar con exceso de violencia, la semana anterior, a los vendedores de frutas y verduras del Mercado Zapata de esta misma ciudad, con el débil argumento de que lo pidieron los vecinos y porque estorban la vialidad.

Con tales acciones unilaterales muestra que prefiere calles para uso exclusivo de autos y peatones, contrario al pensar y sentir de la mayoria de los ciudadanos quienes comentan que los puestos de estos comerciantes de frutas y verduras no les estorban en su andar e incluso cuentan con la facilidad de comprar frutas y verduras frescas a buen precio en un lugar céntrico, aparte de considerar positivo que los vendedores tengan un modo honesto de trabajar para sostener a sus familias, asimismo aseguran que desalojarlos y retirarles sus puestos es desampararlos cruelmente debido a que en esta ciudad, en este estado y en esta especie de país, la falta de empleo es un enorme problema.

Los ciudadanos de Orizaba también comentaron que autos y camiones, en las calles del mercado Zapata donde se ubicaban los puestos desalojados, podían transitar despacio en un solo carril, por dos o tres calles, y sin ningun problema. Entre los automovilistas no se escuchan reclamos u oposición a los vendedores callejeros, incluso los taxistas se sienten agraviados, debido a que el bullicio de marchantes y la gran actividad diaria del mercado les proporcionaba pasajeros y  ganacias que extrañan.

En lo que respecta a las vendedoras fuera del mercado central la banqueta es ancha y no estorba el paso de las personas aparte de brindar en un punto céntrico oferta alimenticia necesaria para la población.

Si la misión de las autoridades municipales en procurar el bienestar de los habitantes, yerra en sus decisiones al liquidar a las vendedoras populares mexicanas y en favorecer a un puñado de personas creyentes de que las calles de la ciudad sean exclusivas para autos. No observan que autos estacionados en los arroyos de la calle si que estorban, y su transitar pone en peligro a las personas al cruzar las calles.

Con esta politica equivocada de la autoridad municipal la ciudad puede convertirse, Dios no lo permita, en una ciudad sin alma, sin cultura, de calles vacias de personas, como si fuera un fraccionamiento de residencias, donde por las calles solo se ven altas bardas y alguna caseta de custodios o veladores, y por donde no transitan personas a no ser alguna alma perdida.

En tiempos no muy remotos o en aldeas apartadas, la fuente o el surtidor de agua era o es, el punto de reunion de los habitantes, asi lo es el centro de las ciudades modernas, acudimos al centro de la ciudad a reunirnos, a comprar, a convivir, a comerciar, a negociar, pero si al comercio se le encierra  tras los muros, sin grandes espacios abiertos, las almas  y su cultura se encarcelan.

La mayoria de los ciudadanos de Orizaba esperan, porque son muy bondadosos y pacíficos, que a la autoridad en turno se le pase rápido y veloz su período, su turno de gobernar, y la que sustituya recobre una política mexicana y popular donde las frutas y verduras regresen por sus fueros.

Lo que si es notorio es que gobernates pasados y presentes, a pesar de las decenas de años que cobran derechos de piso a muchos comerciantes, han demostrado incapacidad para construir mercados populares que cubran las necesidades de la población, los presupuestos se los acaban en sueldos y salarios, en compra de automotores, en armar a las policias, en calles y puentes para los automovilistas, y en obras de relumbron y embellecimiento que escondan la pobreza, desempleo y enfermedades quie padece la mayoria de la población, los gobiernos no se ocupan de hacer escuelas, hospitales o mercados, sino se ocupan de gobernar para que los autos puedan transitar según más rápido...¡Que desgracia!